“Confirmo que talibanes han tomado el control de zonas clave de Ghazni: la oficina del gobernador, el cuartel general de la policía y la prisión”, declaró Nasir Ahmad Faqiri, jefe del Consejo de la Provincia de Ghazni.
El responsable precisó que se estaban produciendo combates en algunos lugares de la ciudad, pero que los talibanes tenían “mayoritariamente el control”. Los rebeldes también reivindicaron la toma de la localidad. Ghazni es la capital provincial más próxima a Kabul de todas las conquistadas por los insurgentes desde que lanzaron su ofensiva en mayo, aprovechando que las tropas extranjeras empezaban a retirarse, un proceso que debería terminar para finales de agosto.
Los talibanes han avanzado a buen ritmo en los últimos días. En una semana, tomaron el control de 10 de las 34 capitales provinciales afganas, siete de las cuales en el norte del país, una región que, sin embargo, se les había resistido en el pasado.
El martes por la noche se apoderaron de Pul e Khumri, capital de la provincia de Baghlan, a 200 km al norte de Kabul. Así, van acercándose a la capital tanto por el norte como por el sur.
Toma de Ghazni es otra “señal alarmante” para Kabul, la capital del país
Ghazni, que ya había estado en manos de los insurgentes de forma breve en 2018, supone su conquista más importante hasta la fecha junto con Kunduz, un municipio estratégico del noreste, entre Kabul (a 300 km al sur) y Tayikistán. Aunque los talibanes ya estaban presentes desde hacía tiempo en las provincias de Wardak y Logar, a unas decenas de kilómetros de Kabul, la caída de Ghazni representa una señal alarmante para la capital.
Esta ciudad está ubicada, además, en el eje que conecta Kabul con Kandahar, la segunda ciudad del país, en el sur. Conquistándola, los insurgentes pueden cortar las líneas de abastecimiento terrestres del ejército hacia el sur.
jov (efe, wdr5)