Los dos altos cargos del gobierno de Teherán están acusados por el atentado contra la asociación judía AMIA, que causó 85 muertes en 1994.
Bomberos y policías buscan heridos tras la explosión de una bomba en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, el 18 de julio de 1994. Los fiscales acusaron formalmente por el mortal atentado a Irán y a la milicia chiíta Hezbolá en octubre de 2006.
“La Argentina expresa su más enérgica condena a la aprobación de Ahmad Vahidi y la designación de Mohsen Rezai en puestos ministeriales en Irán”, afirmó un comunicado de la cancillería que calificó los nombramientos como “una afrenta a la justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA)” en Buenos Aires.
El 11 de agosto pasado, Argentina ya había repudiado la designación de Vahidi, cuyo cargo fue confirmado este miércoles por el Parlamento iraní.
Orden de captura internacional
Ahmad Vahidi.
La cancillería recordó que “al igual que Vahidi, Rezai es objeto de reclamo por parte de la Justicia argentina por haber tenido una participación clave en la toma de decisión y en la planificación del atentado cometido el 18 de julio de 1994 en el edificio de la AMIA y sobre él pesa una orden de captura internacional de Interpol”.
“El Gobierno argentino exige una vez más al gobierno de Irán a cooperar de manera plena con la justicia argentina, permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA sean juzgadas por los tribunales competentes” del país sudamericano, agregó el comunicado.
La embajadora de Israel en Argentina, Galit Ronen, cuestionó desde su cuenta oficial de Twitter: “Ningún (sic) sorpresa. Un gobierno terrorista con ministros y otros altos funcionarios que son terroristas”, citó el diario local Clarín.
Ataque sin detenidos no fue esclarecido
A 27 años de ocurrido, no hay detenidos por el atentado que no fue esclarecido.
El ataque con bomba a la AMIA fue atribuido a altos funcionarios iraníes, encabezados por el entonces presidente Ali Rafsanjani, y al movimiento chií libanés Hezbolá, hipótesis sostenida por la dirigencia judía argentina y por Israel.
Pero la investigación judicial quedó envuelta en denuncias por desvío de pistas, condenas por encubrimiento y procesos anulados.
Irán ha negado toda participación en el atentado, y siempre se negó a que sus exfuncionarios sean indagados.
Argentina e Irán mantienen relaciones diplomáticas a nivel de encargados de negocios.
Un memorándum de entendimiento con Irán impulsado en 2012 por la entonces mandataria y actual vicepresidenta Cristina Kirchner (2007-2015) buscó, según sus autores, que los acusados pudieran ser indagados fuera de Argentina. Fue aprobado por el Congreso argentino pero no por el parlamento iraní.
Luego, en Argentina, se abrió una causa judicial por ese memorándum que se investigó como un caso de encubrimiento, con Kirchner como una de las principales acusadas. En una reciente audiencia, la expresidenta calificó la causa de “disparate y escándalo judicial y político” y pidió su nulidad.
Antes del ataque a la AMIA, en 1992, la Embajada de Israel en Buenos Aires fue blanco de otro atentado, con saldo de 29 muertos y 200 heridos, también impune.
Argentina tiene la mayor comunidad judía de América Latina, con unos 300.000 miembros.
jc (afp, Clarín, La Nación)