Los ultranacionalistas serbios y croatas est??n a punto de disolver el Estado multi??tnico bosnio. EE. UU. y la UE apuestan por la pol??tica de apaciguamiento, y repiten su error de los 90, alertan expertos.
En Sarajevo, los ??nimos estaban??por los suelos en la ma??ana de este lunes 2 de noviembre de 2021. Delante de la embajada de Estados Unidos en la capital de Bosnia-Herzegovina, se ha reunido un grupo de manifestantes.
Exigen el fin del nacionalismo que envenena al pa??s y la intervenci??n del presidente estadounidense contra los clanes pol??ticos que, una y otra vez, provocan conflictos entre las tres etnias que conforman su poblaci??n: bosnios, croatas y serbios.
Algunos de los manifestantes sostienen pancartas. En la de una mujer jubilada se lee: “Queremos los mismos derechos para todos.” Se debe fortalecer a la ciudadan??a, dice, para poder terminar de una vez con el poder de los nacionalistas.
Pocos d??as antes, el representante serbio en la presidencia del Estado de Bosnia-Herzegovina, Milorad Dodik, formul?? una especie de declaraci??n de guerra: los nacionalistas serbios dejaron en claro que quieren abandonar el estado multi??tnico.
Quieren que la parte del pa??s bajo dominio serbio, la entidad que representa la Rep??blica Srpska, se separe gradualmente del Estado bosnio en su conjunto y organice por s?? misma instancias clave como la Defensa y la Justicia. Esa demanda representa un atentado contra la fr??gil paz que reina en el pa??s desde 1995.
Milorad Dodik, representante serbio en la presidencia del Estado multi??tnico de Bosnia-Herzegovina.
Que esto es, probablemente, m??s que el habitual ruido de sables lo demostraron las unidades de la Gendarmer??a de la Rep??blica Srpska, con un simb??lico ejercicio militar a gran escala, que revive memorias tr??gicas.
Desde el cercano basti??n serbio de Pale, en la monta??a, el l??der serbio Radovan Karadzic, quien fue condenado como criminal de guerra, orquest?? los ataques a Sarajevo y sus alrededores entre 1992 y 1995.
El Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, en La Haya, dictamin?? que el asedio de tres a??os y medio y el bombardeo permanente de la capital bosnia son cr??menes de lesa humanidad.
Abandonados a su suerte, ??otra vez?
Ahora, muchos bosnios se preguntan si otra vez habr?? guerra. Sobre todo los habitantes de m??s edad recuerdan los preparativos para la confrontaci??n armada, y tampoco olvidan que la comunidad internacional abandon?? a los bosnios a su suerte.
No fue sino hasta despu??s del genocidio contra m??s de 8.000 musulmanes ???hombres y muchachos j??venes???, a manos de unidades serbias en la ciudad de Srebrenica, en julio de 1995, que Occidente reaccion?? y negoci?? un acuerdo de paz en Dayton, con el que se puso fin a la guerra.
Los recientes avances de Dodik apuntan, ahora, a la eliminaci??n de las estructuras estatales. Los ultranacionalistas serbios ya crearon una agencia sanitaria, y a esta le seguir?? un Ej??rcito propio.
En total, planean anular m??s de 120 decretos de los altos representantes enviados por la ONU, para impulsar la construcci??n de estructuras democr??ticas tras la guerra: un ataque frontal a la integridad territorial de Bosnia.
El partido opositor multi??tnico Nasa Stranka (Nuestro Partido) advirti?? que Dodik debe ser clasificado como una “amenaza contra la seguridad”. Y muchos en Bosnia ven el hecho de que la Uni??n Europea parezca no tener intenciones de intervenir, a pesar de estos avances explosivos, como una falta evidente de estrategia.
Un grupo de eurodiputados, entre ellos, el alem??n Reinhard B??tikofer, de Los Verdes, exigieron expl??citamente a la Comisi??n Europea tomar cartas en el asunto y actuar con dureza contra los secesionistas.
Tambi??n Michael Gahler, eurodiputado conservador alem??n, advirti?? sobre una posible declaraci??n de independencia de la Rep??blica Srpska, y de una posterior legitimaci??n por parte de Mosc??.
Desde Estados Unidos, se alzan igualmente voces de alerta. El experto en los Balcanes Daniel Serwer insta a que la comunidad internacional act??e de inmediato, de ser necesario, demostrando tambi??n fuerza militar, para evitar una divisi??n y los conflictos que esta acarrear??a.
Dodik (dcha.) y Dragan Covic, l??der de los ultranacionalistas croatas en Bosnia.
Tanto el enviado especial de EE. UU. para los Balcanes occidentales, Matthew Palmer, como la representante de la UE, Angelina Eichhorst, son desacreditdos por muchos porque apoyan que se acuerden compromisos para solucionar la situaci??n, atizada por las permanentes injerencias de Croacia y Serbia.
Las esperanzas de reformas democr??ticas est??n puestas en el nuevo representante de la comunidad internacional en Bosnia, el alem??n Christian Schmidt. Pero se le exige una actitud rigurosa: “Que trabaje o que se vaya”, era una de las demandas en una manifestaci??n frente a la residencia oficial de Schmidt, en Sarajevo.
Ultranacionalistas unidos: “Es como un d??j??-vu”
Est?? fuera de discusi??n que el peligroso accionar de la Rep??blica Srpska cuenta con el respaldo de Serbia y de Rusia. Mosc?? se esfuerza por evitar la integraci??n de Bosnia-Herzegovina en la UE y su pertenencia a la OTAN. Pero no son solo los serbios los que est??n perforando los cimientos del Estado bosnio.
Los ultranacionalistas croatas y su l??der, Dragan Covic, trabajan codo a codo con Dodik, desde hace a??os. Para asegurarse una posici??n duradera en el poder, el partido conservador Uni??n Dem??crata Croata (HDZ) presiona por un cambio en la ley electoral, para crear cuerpos electorales ??tnicamente “puros”.
Pero eso contradice las sentencias fundamentales del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, afirma Joseph Marko, experto austr??aco en Derecho Constitucional.
Seg??n esos veredictos, en primer lugar, se deber??a poner fin, con una reforma de la Constituci??n, a la discriminaci??n que afecta en sus derechos electorales a las ciudadanas y los ciudadanos no bosnios, no croatas y no serbios, es decir, pertenecientes a minor??as como los jud??os o los roma.
Ante este panorama, si ni Estados Unidos ni la Uni??n Europea, ni el alto representante de la ONU est??n dispuestos a emprender medidas contra los planes de secesi??n en Bosnia-Herzegovina, la comunidad internacional corre el riesgo de repetir los errores de los a??os noventa.
Ya entonces subestimaron la radicalidad de estos actores. “Es como un d??j??-vu”, lamenta la periodista y activista de derechos humanos bosnia Stefica Calic: “Es como si el mundo no hubiera aprendido nada de la guerra.”
(cp/rml)