No tarda lo mismo en ponerse malo un queso fresco que uno de pasta dura. Tampoco se conserva de la misma manera una mozzarella que un semiduro.
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Existen centenares de quesos, cada tipo en función del animal de cuya leche provenga, del origen de dicho ser vivo, de su contenido en grasa, tiempo de curación, de los tratamientos aplicados en su elaboración y hasta de la dieta que ha seguido el ganado empleado.
El queso es, independientemente de su variedad, un alimento de tipo lácteo que está “vivo”, por lo que irá cambiando conforme vaya pasando el tiempo. Según su tipología, con el pasar de los días o incluso los meses, adquirirá una textura y sabor diferentes. Con esto, no estamos diciendo que el queso no caduque o no se ponga malo y pueda ser arriesgado comerlo, sino de que la fecha tras la cual no es recomendable consumirlo dependerá de su tipología. Por regla general, este alimento aguanta mucho tiempo sin ponerse malo cuanto más curado esté.
Fecha de caducidad y tipo de queso
Del mismo modo que un queso fresco no se parece a uno curado, ni uno de pasta blanda a otro de pasta dura, la manera en que los debemos conservar para que no pierdan sus propiedades ni nos arriesguemos a ponernos malos difiere bastante. Como hemos comentado, cuanto más curado esté el queso, mayor tiempo durará (si lo conservamos como debemos, claro) y a menor curación, más rápidamente se echará a perder.
Por lo tanto, además de atender a su fecha de caducidad, que la tiene, deberemos almacenar el queso de la manera recomendada, porque no es igual guardarlo en el frigorífico que en una quesera en la encimera de la cocina.
¿Te has preguntado más de una vez si el queso se puede congelar? ¿De si se puede comer si le sale moho? ¿O de si hay que retirar el suero que queda de una bolsa de mozzarella si no la gastamos toda?
En esta galería de fotos vamos a tratar de responder todas las dudas frecuentes que surgen sobre cómo conservar los distintos tipos de queso. Además, te adelantamos que envolver en film transparente un queso de pasta dura no es la mejor idea por mucho que sea la más extendida.
Statista¿Qué queso es el preferido de los españoles?
Según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente el queso fresco es el que más se consume en nuestro país seguido del semicurado. En el año 2016, en España se consumieron 278,5 miles de kilos de este alimento.
Cómo conservar el queso fresco
El queso fresco debe guardarse en la nevera. Se trata de una variedad que aguanta muy poco en buen estado por lo que se recomienda comer a los pocos días de haberlo comprado. Si observas que se está empezando a oxidar, que le ha salido moho y tiene un tono amarillento, tíralo a la basura.
Cómo conservar el queso de pasta blanda
Dentro de esta tipología se incluyen quesos como la mozzarella, el brie, el camembert y el feta. Al igual que los quesos frescos, deberán guardarse en el frigorífico pero tardan más en ponerse malos: una o dos semanas.
Más consejos sobre quesos de pasta blanda
Lo ideal es que, hasta que no vayas a comértelo, dejes el queso en el paquete original dentro de la nevera. Una vez lo abras, devuelve lo que sobre al envase. Si se trata de mozzarella fresca, como la que viene en bolas con su suero, lo recomendable, si no la vamos a gastar toda, es conservar los restos en un tupper o un tarro al que le echaremos el suero que venía en la bolsita original.
Mejor no congeles un queso de pasta blanda
O al descongelarlo te encontrarás con que ha perdido su textura y esponjosidad.
Quesos semiduros
Este tipo de variedades, como el gruyere y el gouda, se mantienen perfectamente hasta tres semanas dentro del frigorífico.
Mete el queso semiduro en una bolsa de plástico
Con este truco lograrás que dure lo máximo posible dentro de la nevera. La razón es que si la bolsa de plástico deja que el aire circule, evitará que el queso se ponga seco.
El queso semiduro puede congelarse
Eso sí, no lo tengas más de un par de meses metido en el congelador.
¿Cuánto duran los quesos de pasta dura en la nevera?
Quesos de pasta dura son el manchego, parmesano, cheddar y emmental, por ejemplo. Son los que menor contenido de agua tienen, por lo que se mantienen perfectos durante más tiempo dentro de la nevera. Si no has abierto el paquete, el queso duro puede estar perfectamente entre dos y cuatro meses en la nevera. Si ya lo has abierto, no lo aguantes más de seis semanas.
Cómo conservar el queso de pasta dura
A pesar de que la técnica más común consiste en conservar el queso envuelto en film transparente, lo mejor es que lo envolvamos en papel de estraza o en papel encerado (el que se usa para hornear). La razón es que el film no permite que el queso transpire, además de que puede dejarle regusto a plástico.
¿Un queso de pasta dura se puede congelar?
Se puede, pero al descongelarlo puede tomar un sabor diferente al original y se desmenuzará al cortarlo porque se habrá secado.
¿Quieres aprovechar las cortezas del queso duro?
Si te gusta aprovecharlo todo en la cocina, puedes guardar las cortezas y bordes de los quesos duros para darle un toque especial a una sopa, para rallarlos o incluso para hacer una crema de queso. Puedes congelar estos bordes.
¿Cuánto tiempo dura el queso rallado?
El queso rallado se pone malo muy rápidamente y es que en menos de una semana puede tener moho. Nuestra recomendación es que ralles tu propio queso en el momento de consumirlo ya que muchos de los que venden pueden llevar otros ingredientes que no son queso. Sin embargo, si lo compras, mejor que la bolsita tenga cierre hermético. Guárdalo en la nevera tratando de que no quede aire dentro. Si no tiene este tipo de cierre, puedes pasarlo a una bolsa zip extrayendo todo el aire que puedas. El queso rallado se puede congelar.
¿En qué parte del frigorífico se guarda el queso?
Lo suyo es que lo guardes en la balda de en medio, preferentemente en la parte delantera, que es más cálida que la trasera. También puedes meterlo en el cajón de las verduras.
Lo ideal es conservar los quesos en el estante central, preferiblemente en la zona delantera que es menos fría. El cajón de la verdura también es buena opción.
Saca el queso de la nevera un rato antes de consumirlo
Para disfrutar de todo el sabor de un queso, conviene sacarlo un ratito antes de consumirlo. Se recomienda que, a la hora de ingerirlo, el queso blando esté a una temperatura de entre 18 y 20 grados y el queso duro o semiduro entre 22 y 24 grados.
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