El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, habló telefónicamente este jueves con el nuevo primer ministro de Haití, Ariel Henry, a quien enfatizó la importancia de establecer las condiciones necesarias para celebrar “tan pronto como sea viable” unas elecciones legislativas y presidenciales “libres y justas”.
El jefe de la diplomacia estadounidense expresó además a Henry, quien asumió el cargo el martes, un día después de la renuncia del primer ministro interino, Claude Joseph, la necesidad de que “busque un amplio consenso político y de la sociedad civil sobre las prioridades del Gobierno”.
Por su parte, Blinken se refirió en su cuenta de Twitter al diálogo que sostuvo con el primer ministro haitiano y calificó como un “placer” haber conversado sobre cómo el Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, puede “apoyar a Haití para hacer frente a sus apremiantes desafíos”.
“Estados Unidos está comprometido a trabajar con el Gobierno de Haití para responder a las necesidades del pueblo haitiano y apoyar a las instituciones democráticas de Haití”, agregó el secretario de Estado.
Durante su discurso de investidura el martes, Henry prometió impulsar un diálogo “sincero” con la oposición y con otros sectores de la sociedad civil para buscar una solución a la crisis desatada por el asesinato de Moïse.
Además, dijo que se centrará en crear las condiciones para la organización de las elecciones, que son “innegociables”.
En junio pasado, las autoridades electorales de Haití anunciaron que un referéndum para aprobar una nueva Constitución, un proyecto impulsado por Moïse, tendría lugar el próximo 26 de septiembre, en la misma fecha que las elecciones presidenciales y legislativas.
Protestas en la víspera de funeral de Moïse
Este jueves se celebró una misa en la Catedral de la ciudad de Cap-Haitien, en el norte de Haití, en honor al presidente Moïse, cuyo funeral se celebrará mañana.
En varios puntos de esa ciudad y en la víspera del funeral, manifestantes colocaron barricadas a las que les prendieron fuego, a modo de protesta por el asesinato del mandatario.
Los manifestantes, que protestan para pedir justicia por la muerte de Moïse, formaron barricadas por diversos puntos de la ciudad con piedras de gran tamaño y neumáticos ardiendo, que levantaban una gran humareda que era visible a un par de kilómetros de distancia del centro de la urbe.
Las personas de tez blanca eran señaladas, incluso perseguidas, por los participantes en la protesta, que identificaban el color de la piel con la nacionalidad colombiana, que compartían buena parte de los mercenarios que, según las autoridades, formaban el comando que mató a Moïse en su residencia de Puerto Príncipe.
“Colombianos vienen aquí a Haití para matar al presidente. Eso no es bueno, colombiano no bueno”, repetía frente a la cámara de Efe uno de los manifestantes, Billy Joseph, que se esforzaba por hablar español.
La ciudad “está caliente porque el presidente de nosotros está muriendo, está matao. Aunque el presidente no (era) bueno, es presidente de nosotros”, afirmó.
La presencia policial consiguió rebajar la intensidad de la movilización, disgregada por toda la ciudad, aunque no llegó a disipar a los partidarios de Moïse, que clamaban justicia por su asesinato y mostraban imágenes del supuesto cadáver del mandatario.
Por el momento, han sido arrestadas 26 personas por su supuesta implicación en el magnicidio y hay al menos siete policías “en aislamiento”, aunque no formalmente detenidos, por su presunta implicación en el caso.
mg (efe, Reuters)