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Carta del editor.
El rompimiento de la articulación en el trabajo que se debe realizar, evidenciado en las más altas esferas del gobierno de la republica (presidente y vicepresidente) es un hecho que manifestado más de una vez durante este gobierno, especialmente por las particulares reacciones temperamentales del actual presidente, además también por la falta de coordinación en las actividades en las que se debiese convocar a diferentes funcionarios, a partir de las responsabilidades que le corresponden de acuerdo al cargo que ostentan
Por ley el coordinador del consejo de ministros es el vicepresidente, quien debe convocar a dichos funcionarios a través de la secretaría general de la vicepresidencia y de secretaría de la presidencia, para que se puedan coordinar las agendas de los diferentes funcionarios para esas reuniones del gabinete
Este desfase en las comunicaciones entre los más altos funcionarios gubernamentales se ha evidenciado no solo con el actual gobierno, sino también en otros gobiernos en donde se ha invisibilizado la figura del vicepresidente y las funciones que debe cumplir por mandato legal, en algunos casos esas funcionales las han ocupado funcionarios de menor categoría o incluso miembros ajenos al gobierno, que no han sido electos por la población sino han sido designados por ser funcionarios de confianza o bien se han tomado esas atribuciones
Uno de los preceptos que se establecen en la ley es que todo funcionario designado debe cumplir con el mandato de la idoneidad, honradez y capacidad, existiendo en el caso del actual gobierno como se ha evidenciado en otros gobiernos y con múltiples funcionarios, y al preguntarnos ¿cuántos funcionarios de este y de otros gobiernos cumplen con dichas cualidades?, nos encontramos que la gran mayoría de personajes que se han desempeñado en los puestos de gobierno más altos en relación jerárquica y que son funcionarios de confianza no siempre reúnen dichas condiciones, pues muchos son muy cuestionables en cuanto a su actuar, además se les debe recodar a todos los funcionarios que legal y penalmente son responsables de sus actos por un período de tiempo bastante largo luego de haber cumplido con el período para el que fueron designados o electos
En relación a la comunicación que debe darse entre los diferentes funcionarios debe ser fluida y clara, para que no exista ambigüedad en la misma, y en el caso de las comunicaciones entre el presidente y el vicepresidente, se evidencia no solo denotan una reacción visceral por parte del presidente, sino también una actitud de menosprecio a las actividades y funciones que desarrollan el vicepresidente y otros funcionarios de este gobierno que ha resultado ser un total desgobierno, como también se evidenció durante la administración del Sr. James, Partido patrocinado por avelmigua, que actuaba igual que el actual presidente en forma muy visceral y así como también se hizo evidente durante los gobiernos del Sr. Otto partido Mano Dura, quien gobernaba era la vicepresidenta, y en el caso del gobierno del Sr. Alvaro partido Manos Verdes, quien realmente ejercía el poder era la Sra. Sandra .
Esa falta de comunicación y de coordinación en el trabajo en las más altas posiciones administrativas del gobierno, han sido evidentes cuando el presidente da una conferencia de prensa justificando el porqué del presupuesto que impulsa, y minutos después el vicepresidente da una conferencia donde solicita que ambos presidente y vicepresidente pongan a disposición de las autoridades competentes, de los puestos para los que fueron electos
Ese distanciamiento incluso puede reflejarse en algunas de las acciones que pueden provenir de la política internacional, como la no asistencia del presidente de la república a la toma de posesión del presidente de una de las potencias mundiales más poderosas, y argumenta para ello que tiene una agenda de trabajo muy saturada, aunque hay algunos rumores que indican que el presidente no fue invitado a dicho evento por los vínculos que ha evidenciado tener con los poderes ocultos de nuestro país, entiéndase narcotráfico, corrupción, tráfico de influencias, etc.
